Si me hubieran ofrecido una millonada, no lo hubiera hecho

Ayer, en mi cuenta de Instagram, publiqué tres fotos (puedes verlas al final de este artículo) que suscitaron bastante controversia. Supuse desde el principio que eso sucedería porque mostré mis PEZONES y esta palabra -incluso escrita- todavía retumba en los oídos de mucha gente. Pero no me arrepiento. 

Y no me arrepiento porque fue un ejercicio liberador;  porque considero que la desnudez -expresada con profesionalismo y sensatez- es ARTE, no morbo; porque estoy empezando a entender que la vulnerabilidad no sólo es hermosa, sino que es la fuerza, la magia que me (nos) impulsa; porque reivindico la capacidad de AMAR nuestros cuerpos tal y como son; y porque he sabido desnudar mi alma -frente a mí y frente a una cámara- de prejuicios y miedos para permitirme SER y vivir mi vida, que es una sola, sin excesos, ni mentiras.

Alguien dijo: «Ni que le hubieran pagado una millonada por hacerlo, ¿pero gratis?». Y a ese alguien le respondo: Si me hubieran ofrecido una millonada (de pesos, dólares o euros) por salir en topless en la portada de una revista de moda, no lo hubiera hecho. Esto lo hice y lo publiqué precisamente porque esas fotos, para mí, NO TIENEN PRECIO. 

Otro alguien me dijo: «Hay muchas formas de declararte libre que no implican mostrar tu intimidad». Y sí, hay mil formas de declararnos libres… y yo, entre todas ellas, durante los últimos años, he elegido algunas. Y esta es tan válida como cualquier otra que no sobrepase la dignidad de otras(os). 

«Te van a sexualizar», me dijo otra persona. Y sí, porque desgraciadamente a nuestros cuerpos los sexualizan y los condenan cuando deciden ser lo que quieren ser y hacer lo que quieren hacer; y porque es mucho más fácil juzgar, que (auto)juzgarnos y crecer. Estoy segura de que si decidiera mañana vivir en castidad o convertirme en monja, sería igualmente juzgada. Siempre he dicho que lo que importa es la intención y si la intención de alguien que ve mi foto es sexualizarme, es su problema, no el mío. 

Yo no subí las fotos para provocar sensaciones en otros cuerpos. Mi intención y mi mensaje fue (es) mucho más profundo. Y el arte por eso es hermoso: porque nos da la posibilidad de trascender lo humano, lo natural, lo visceral. 

Fotógrafo: Felipe Villa (@soyfelipe1)

2 respuestas a «Si me hubieran ofrecido una millonada, no lo hubiera hecho»

  1. «Y el arte por eso es hermoso: porque nos da la posibilidad de trascender lo humano, lo natural, lo visceral. »

    Esa frase me ha evocado esto:

    La libertad es hacer lo que te apetece en cada momento. Espero que sigas escribiendo y desnudando tu alma, tus líneas son impagables :).

    1. Fernando, no sabes la alegría que me ha dado leer este mensaje. No sabes cuánto agradezco tus palabras. También son impagables <3. ¡Gracias por el vídeo! Me encantó esta frase del principio: "Son pocos los que se dan cuenta de que la lengua en la que se expresan es ya la más perfecta forma de arte". Un abrazo ENORME, lleno de gratitud.

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