Cuando me preguntaba en la entrada pasada si este era o no un planeta «más inteligente» comencé a hablar de unos «ellos» que son diferentes. Unos ellos que piensan, perciben, aprenden y expresan las cosas diferente. Todo se explica con lo siguiente: «Diferentes tipos de experiencias llevan a diferentes estructuras cerebrales». Esto dice Marc Prensky en su texto «Nativos digitales, inmigrantes digitales» citando al Dr. Bruce D. Berry de la Escuela de Medicina de Baylor.
Ahora bien, ¿quiénes son ellos? -o bueno, nosotros porque no podría excluirme del grupo- Los Inmigrantes digitales como los llama Prensky. Éstos, a diferencia de los Nativos digitales nacieron en otra tierra y llegaron a esta por gusto, por necesidad o por como quiera que pueda llamarse el motivo por el cual ahora habitan aquí, con gente de aquí. Como le pasa a todos los inmigrantes, han aprendido algunas pautas de comportamiento y ciertos tips del idioma. Sin embargo, como dice Prensky, aún conservan su acento. O, ¿Acaso no le pasa eso a casi todos los inmigrantes de cualquier tierra? ¿No siguen diferenciándose los paisas en Florida, Madrid o Japón?
Mi abuela paterna -una inmigrante digital de 78 años- ha aprendido, por ejemplo, a ¡prender el computador y mandar e-mails! ¿No es increíble? Es más, mi abuelo -de 80 años- no sólo prende el computador y manda e-mails, sino que hace videollamadas en Skype. Un acto heroico, ¿no?. Eso lo aprendió de los Nativos digitales, lo que quiere decir que los dos pueden hacer lo mismo. La diferencia radica en la facilidad con la que éstos últimos desempeñan estas tareas. Son ellos, los Nativos Digitales, -a pesar de su corta edad- los profesores del presente. Veamos este video:
Sí, eso pasa en la tierra de los Nativos digitales. Esa generación -llamada también Generación N (Net) o Generación D (digital)- posee ciertas características que esto sea posibles. No es gratuito, por ejemplo, que sus interacciones estén mediadas por dispositivos tecnológicos o que su atención distribuída les permita hacer múltiples tareas a la vez. Además, quienes pertenecen a esta generación (que aunque para algunos la constituyen quienes nacieron a partir de 1990, podría pensarse que es quienes lo hicieron a partir del 2000) tienen inteligencia visual (y por eso prefieren las imágenes que las letras), necesitan aprender empíricamente (por eso la teoría en la educación ya pasó -o más bien debería pasar- a un segundo plano), son multimediales y viven en la inmediatez.
Esto de la inmediatez es bien interesante si lo relacionamos con el tema de la educación, cuyo problema ahora son las economías atencionales. Así como los Nativos Digitales han economizado el lenguaje para comunicarse, también lo han hecho con su atención. No por nada decíamos antes que los de esta generación son sujetos a quienes les gusta la inmediatez. Los Nativos están hambrientos de cosas nuevas, «fáciles» y rápidas. Y no sólo eso, el juego para ellos es fundamental. ¿Se ha puesto hasta dónde podemos llegar jugando? Miremos lo que pasa en este video:
La educación necesita pues, como bien lo dice Prensky, un cambio en el contenido y en la metodología. En estos primeros, en los contenidos, habría que enseñar tanto los contenidos heradados (lectura, escritura y el pensamiento lógico, entre otros) como los futuristas (digitales y tecnológicos). «Tenemos que inventar pero no borradores», dice ciertamente este reconocido visionario americano.
En cuanto a la metodología, habría que ir mejorando los intentos de edutainment que se han experimentado hasta hoy en pro de una sociedad educada pero no de cualquier manera porque no es cualquier sociedad. La tecnología ha cambiado la forma de educación a través de los años. Miremos esto:
Concluiré esto de la misma manera con que Prensky cierra su texto: «Si los educadores que son Inmigrantes Digitales realmente quieren enseñarle a los Nativos Digitales (…) tendrán que cambiar. Ya es hora de que dejen de quejarse y, como dice el lema de Nike de la generación de los Nativos Digitales <<¡Sólo hazlo!>>. Ellos tendrán éxito a futuro y sus éxitos vendrán mucho más rápido si sus administradores los apoyan». ¿Acaso no es a eso mismo a lo que incita este video preguntando por la manera con que los profesores podrán dar «forma» a las clases?
Texto de referencia: «Nativos digitales, Inmigrantes digitales» de Marc Prensky