Conmigo, pero tuyo

La sandía me empezó a gustar el día que me quitó la sed. Y lo mismo me pasó contigo. La diferencia es que de ti siempre estoy sedienta y que cada vez que te pruebo me sabes mejor. Si me lees, que sepas que no te quiero a ratos, no te quiero a partes, y …

Intrusismo

- "¿De qué te ríes?", preguntó. - "De tu intrusismo", contesté nerviosa. "Te siento como un centenar de hormigas inquietas caminando desordenadamente por mis rincones más secretos. Es extrañamente conmovedor e inevitablemente paralizante". ------- No pude romper el silencio, ni volver a subir la cabeza, pero las hormigas continuaban descaradamente su viaje en mi cuerpo. …