Una cosa sí puedo decirte, me dijo alzando la palma de su mano izquierda en dirección al sol para poder mirarme:
Ama. Ama en mayúsculas y despacio. Ama intensamente, no importa el sexo, ni el género, ni la raza, ni la edad. Ama a una persona, a dos, o a tres, pero ama bien. Ama con el alma y a conciencia. Ama sin ansias, sin apegos, sin celos, sin temor, sin rencor y sin vergüenza.
El verdadero amor no duele, no angustia, no resta, no todo lo soporta y no entiende de espacio, ni de tiempo, ni de cantidad. El verdadero amor se expande, suma, fortalece, libera… nos hace mejores.
No juzgues el amor y el amar de las(os) otras(os). Cada quien ama como quiere (y puede) y cuando quiere (y puede). Confía como las águilas cuando alzan su vuelo por primera vez. Comparte(te). Cuida(te). Comunica(te). Vive(te).
Y lo más importante: ¡Ámate! Ámate mucho. Amate siempre. Ámate mejor y ámate completa(o). No puedes amar sin amarte antes.
Bajó el brazo -entumecido ya seguramente- se levantó de la silla y, al quinto escalón, desapareció por la puerta.
Fiti linda. Lo que nos escribes es el deber ser. Somos humanos terrenales y llenos de materia y por eso se nos dificulta amar y en oportunidades tenemos grandes tropiezos por creer que amamos. Que equivocados vivimos. Como salirnos????????????? TE QUIERO