Quemándose por dentro

Así describe una mujer al hombre que por primera vez en la vida la hizo vibrar, como ningún otro. Palabras textuales. 

«Creo que por primera vez estoy sintiendo algo muy fuerte, no sé si puedo llamarlo amor, pero es distinto a lo que ya he sentido por otros chicos. Ya he dormido con él, en su casa, muchas veces… sólo dormir claro, pero siento mucho cariño por él, siento que podría ser <<esa persona>>, que podría ser para mí.

Me gusta verlo dormir, me gusta como me besa, como me toca mientras yo me dejo llevar. Hemos empezado ya a jugar y quiero decirte que me encanta toda esa parte de hacer bromas con él, de tenerlo aquí conmigo…pero no ha llegado a pasar nada y la verdad es que eso tampoco está bien, él ya no es un adolescente con el que se pueda jugar.

Aquí hace tanto calor que estamos siempre en ropa. Bueno en ropa interior, no en ropa. Yo sé que no está bien jugar si no vamos a ir a más, pero es inevitable. Yo lo veo a él y me muero, ese cuerpo me deja helada… Lo he visto bañándose, desnudo, así que… imagínate. Cuando dormimos juntos de verdad transpiro deseo, ¡su cuerpo es tan hermoso!  Su piel, esa espalda… y me agarra tan fuerte que yo quisiera tenerlo todo el día dentro, te lo juro. Su cuerpo es realmente lo que me deja siempre sonriendo, y me encanta.

Él dice que no tiene prisa, que sabe que evidentemente si he esperado tanto, yo tampoco tengo. Cuando estamos juntos <<así>> él se ríe porque a veces me descontrolo… Pero entonces me detiene y me dice siempre que hasta que mi mente y mi cuerpo no estén de acuerdo, no haremos nada. También me dice que no le pida algo que realmente no estoy lista para vivir…

Es muy dulce conmigo. Le he dicho que hay dos fuerzas en mí: una que me dice que debo esperar y otra que quiere acostarse con él ya… «¿Where is that one?», me pregunta él sonriendo, es muy gracioso. Poco a poco hemos ido teniéndonos confianza y hemos hablado más sobre Dios, sobre lo que busco, sobre lo que quiero. Le he dicho que me he reservado porque estoy dispuesta a entregarle todo a alguien, a uno solo. Yo he valorado el sexo como un regalo de Dios y por eso me he esperado. Si yo siento que él no es sólo para mí, prefiero esperar…

Le he contado, además,  que yo creo en el amor para siempre y me ha contestado que desea que yo encuentre ese amor, que será genial… Dice que si en un futuro, por el destino, ese hombre es él, que estará feliz… pero que si finalmente no es, que también se alegrará…

Cuando estoy con él yo me quemo por dentro… Siempre empezamos besándonos, me toca mucho el pelo y me saca la camisa siempre hacia arriba, haciéndome estirar los brazos. Luego me dice: «ponte cómoda». Yo uso unos bóxer suyos de florecitas, es mi pijama oficial. Nos tumbamos en la cama y empezamos a hablar, siempre me pregunta si lo he echado de menos… Y bueno, siempre empieza por hacer bromas, vemos películas o charlamos de trabajo… ¡Es tan lindo cómo coordinamos!

Empieza a quitarme el sujetador y me besa enterita. Hay una cosa que hace que me vuelve loca: Me tumba en la cama, se pone de rodillas y me mira a los ojos mientras va tocándome desde el pelo hasta la punta de los pies… primero lo hace con las manos, como haciendo un masaje, y luego con los labios me besa toda, despacio pero sin parar… la frente, los ojos, las orejas, el cuello, el pecho… y se detiene ahí hasta que me río, porque me dan cosquillas. Después baja hasta la barriga, el ombligo, y me mira todo el tiempo para no perder el contacto, creo. Me dice que cierre los ojos, que me va a encantar y yo sólo le digo «Sorry, is not possible for the moment». Él se muere de la risa…

A veces soy yo la que toma la iniciativa, él me hace sentir muy bien… Y empiezo a besarlo, a pasarle la lengua por su cuello, por su oreja, su boca, su pecho, y voy bajando… Lo he tocado. Lo he tocado, y me gusta, me gusta mucho. Sus besos son para mí los mejores en toda mi vida… sus manos resbalan en mí… ¡Me besa tan hermoso! Pone sus labios en los míos y abre su boca al mismo ritmo que yo…Yo entro a su cuarto y me invade la felicidad, todo mi cuerpo se excita cuando está sobre mí. Lo deseo más que a cualquier otro chico con los que he estado…

¿Sabes qué me dijo? Que hacer el amor es hermoso cuando miras a los ojos a la otra persona y sabes que la quieres… y la sientes entonces tan dentro que te mueres, que explotas. Con esas palabras yo ya sé lo mucho que quiso la otra chica… También me ha dicho que llegará un día en que el sexo se simplifique y que no será lo mismo que al principio, que será rutinario… Yo le digo que no, que cuando uno ama tanto a una persona la pasión de los primeros años pasa y el ardor cesa, pero el ejercicio de amar no se vuelve monótono jamás…

La otra noche estaba leyendo en su cama mientras él hacía algo en su currículo… y de repente se me subió encima ese cuerpo de hombre, me arrancó el libro literalmente y me empezó a besar… siempre lo hace tan dulce que en un segundo me enciendo.

Él me lee siempre las intenciones, siempre. Cuando sabe que no estoy a su nivel me dice «Good night» y dormimos abrazados. No sé, yo creo que me estoy enamorando de él…»

3 respuestas a «Quemándose por dentro»

  1. Eres una persona que me desorienta con sus escritos, lo haces desde muchos ángulos de la vida y del ser; no como otros escritores que cuando leo la primera palabra se de que se trata el libro. Me gusta la diversidad de tus temas. No te enmarco en un solo tópico. Eres realmente, espectacular

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