Te (no) siento

Han pasado ya doscientos días y aún no puedo decir(me) que te (no) siento como a las moscas sobre la ropa. Pero has de saber, amor de ayer, que me han vuelto a salir flores del ombligo y que no fueron necesarios ni tu boca, ni tus besos

Recuerdo indecente

Qué indecente es tu recuerdo. Se me encarama -sin permiso- en el momento menos indicado y no sé cómo quitármelo de encima. Si lloro, no se ahoga; si grito, le hago cosquillas; si corro, me persigue; y si me quedo, me llora él, me grita él, me corre él. El rimel, el tiempo, la vida.