Existen esos con quienes hablas casi diario y a quienes extrañas y regañas si dejan de hacerlo un día… Y esos que nunca llaman y a quienes nunca llamas pero en los que piensas siempre…
Existen esos que sientes cerca aunque los separen miles de kilómetros… Y esos que sientes lejos aunque estén aparentemente «ahí».
Existen esos que un día te diste cuenta que estaban dispuestos a darte mucho más de lo que esperabas… Y esos por quienes arriesgaste todo sólo para darte cuenta que en la amistad -como en cualquier relación- hay que medir riesgos antes de tomarlos.
Existen esos a quien te fuiste abriendo poco a poco… Y esos que -quién sabe por qué- te conocieron casi en tu totalidad en pocos días.
Existen esos que toda tu familia quiere… Y esos a quienes tienes que defender a capa y espada de sus comentarios «sin fundamento».
Existen esos con quienes nunca peleas… Y esos que te han herido una y otra vez pero que aún adoras y por quienes incluso darías tu vida.
Existen esos a los que puedes llamar a cualquier hora para cualquier cosa… Esos que sólo le dirán «sí» a una fiesta… Esos que nunca aceptarían beber contigo pero sí tomarse un café… Y esos que sabes que sólo debes llamar para estudiar en una biblioteca.
Existen esos que te gustaría que fueran un poco más activos en la relación… Y esos intensos que terminas extrañando cuando se calman.
Existen esos que elegiste porque se parecen mucho a ti… Y esos que son polos opuestos sin quienes tu vida no sería igual.
Existen esos que saben hacerte reír hasta en las peores situaciones… Y esos con quienes sabes que es «bueno llorar».
Existen esos prácticos que son tu polo a tierra… Y esos filósofos que prefieren ponerte a pensar y a cuestionar tu existencia.
Existen esos que te llaman sin que tú quieras… Y esos que nunca lo hacen aunque tu corazón lo pida a gritos.
Existen esos que saben qué deben decir en el momento justo… Y esos que nunca hablan pero que lo dicen todo con un abrazo.
Existen esos que te hacen hacer locuras… Y esos que te detienen precisamente cuando debe ser.
Y existen esos serios a quienes avergüenzas con tus payasadas… Y esos que simplemente no podrían vivir sin ellas.
Por eso es que existen amigos para toda la vida y amigos para un ratico. Pero la memoria no es excluyente… Por eso todos quienes algún día pudieron tener el privilegio de haber sido llamado «amigos», estarán siempre vivos, así sea sólo como recuerdos.