El lunes de la pasada semana en lo más alto de la One World Trade Center, en el Centro de Comercio Mundial en la ciudad de Nueva York, fue asentada una vida de acero que elevó su altura a los 387 metros, 6 más que el Empire State sin contar su antena. Así, la llamada Torre de la Libertad le quitó el título a este último –que había sido destituido también en 1973 con las Torres Gemelas- y se convirtió en el rascacielos más alto de la ciudad de Nueva York y en el tercero a nivel mundial.
Su altura de 311 metros es la marca preliminar de esta edificación que ya supera la terraza panorámica del emblemático Empire State construido en 1931. Sin embargo, su altura será aún más grande pues se agregarán más pisos de aquí a finales del 2013, época en la que será terminada por completo la construcción.
El edificio, una vez terminado, tendrá 541 metros y en la lista de los más altos del mundo estará antecedido por las Torres Abraj Al Bait de 601 metros, en Arabia Saudita, y el Burj Khalifa de 820 metros, en Dubai. La cifra de su altura, que equivale a 1.776 pies, coincide con el año en que Estados Unidos se independizó de Inglaterra, el 4 de julio de 1776.
Nathaniel Hollister, vocero del Concejo de Rascacielos y Hábitats Urbanos, una organización con sede en Chicago afirmó: “La altura es algo complicado”. La polémica existe porque hay unos que no están de acuerdo con excluir elementos como antenas y miradores a la hora de la medición, y hay otros –más puristas- que defienden que unos que defienden que para medir la altura sólo puede medirse la estructura como tal. Según estos últimos, una antena se parece más a un mueble o a una silla que se puede poner o quitar que a una pieza arquitectónica.
En el caso concreto de la One World Trade Center lo “complicado” es una aguja de 124 metros de altura que concluirá la torre en su parte superior y que aún no han determinado si ha de tenerse en cuenta. Sin ella, la Torre Uno estaría antecedida en el país por la Torre Willis, un rascacielos de Chicago construido en 1973 que tiene 527 metros de altura, incluyendo las dos antenas ubicadas en su azotea.
Por su parte, según el arquitecto Mike Mennella, encargado de la construcción de las Torres gemelas y uno de los consultores de esta nueva edificación, la realización de este proyecto es una muestra de lo que significa superar un reto histórico. “Hoy es uno de esos días que podemos mirar atrás y decir que los hitos que hemos superado en el pasado son mucho más significativos que los que nos esperan en el futuro (…) ver este edificio desde toda la región es toda una demostración de cómo hemos superado un verdadero reto histórico”, dijo Mennella.
Edificada sobre lo que se conoce como la Zona Cero de Manhattan, la One World Trade Center contará con 104 pisos. De ellos, los primeros 90 están designados para oficinas y los niveles superiores restantes estarán reservados para el aire acondicionado, la calefacción y el equipo electrónico. Ahora mismo, más de la mitad de los pisos de oficinas han sido alquilados. Los inquilinos incluyen la editorial Conde Nast –que publica cabeceras como Vanity Fair o The New Yorker- y Vantone Holdings, una empresa china de inversión inmobiliaria.
La Nueva Torre Uno está ubicada junto al lugar donde una vez estuvieron las Torres Gemelas. Hoy, allí en su sombra, se encuentran dos piscinas rodeadas por paneles de bronce en donde están escritos los nombres de las casi 3.000 personas que murieron en los atentados de hace 11 años.