Perdámonos

Hagamos un trato: Tú me desnudas las costillas y yo te arropo los labios. Quizás, no sé, los nudos se nos desaten y podamos perdernos -por fin- yo por tu ombligo y tú entre mis piernas. Y viceversa.

Si supiera

Deslizo mi dedo sobre el contorno de su labio inferior y me lo humedece con la punta de su lengua. El contacto me eriza la piel. Si supiera lo bien que me sientan su piel caliente y sus pezones erguidos junto a los míos. Encorva su espalda cuando meto mi lengua en las profundidades de …