Testimonio real. La persona pide mantener su identidad oculta.
– “Si hablo así –y baja la voz- usted me escucha, ¿no?”, pregunta acercándose un poco más al micrófono de los audífonos.
Desde el otro lado de la pantalla, una mujer comienza a hablar despacio… “Somos una familia numerosa, todos mis hermanos se llevan pocos años, menos yo que nací varios años después… Mis papás nunca se casaron y mi mamá no lo quiere ni poquito. Antes de yo nacer, mi mamá decidió que las cosas deberían quedarse así y cada uno por su lado. El vive en otra ciudad…
¿Cómo ha sido mi relación con él? Siempre muy cortante. Yo soy muy grosera con él pero porque él también es así conmigo y yo no me la dejo montar de nadie. Me manda plata cuando la necesito y cuando viene se queda en mi casa…
Con mi mamá, en cambio, la relación es muy buena. Ella se llega a ir y yo simplemente me muero con ella… Siempre me ha dado todo lo que he querido, excepto el carro”, dice y se ríe con malicia. Y luego, con una voz que pareciera salir de alguien mucho menor, afirma: “es la mejor mami del mundo… aunque en la Universidad yo empecé a identificar que a veces estaba malgenio conmigo sin motivo… Yo siempre lloraba. Era algo así como el día 28 pero yo sabía que eso no era.
El año pasado nos fuimos de vacaciones. Al final del paseo decidí preguntarle a mi mamá qué era lo que le pasaba conmigo. Para salir de donde estábamos teníamos que coger una lancha 20 minutos hasta el puerto más cercano, allí coger bus hasta otra ciudad y por último ya sí coger avión. Durante las cinco horas del trayecto en bus me senté con mi mamá. Cuando empecé a decirle todo, ella me lo negaba. Ella es así: se siente débil y no dice nada. Como mis hermanos me llevan a mí tanto tiempo, yo siempre creí que yo había salido de un día así bien apasionado, que era la ñapa. Y no.
<<¿Fue un momento bueno cuando usted cuando me hizo con mi papá?>>, le pregunté a mi mamá. No me respondió… Entonces le pregunté: <<¿Fue a la fuerza?>>. <<Sí, pero no quiero hablar de eso>>. Le dije que yo sí quería hablar de eso porque eso me estaba afectando a mí. Con su forma de ser ella me estaba desestabilizando. Ahí me contó la historia…
Fue un día a la fuerza en el cuarto de ella. Sólo se dio cuenta que estaba embarazada de mí como a los cinco meses. Le pregunté que por qué no me había abortado, ¡uno para qué carajos va a tener a alguien que no quería! y me dijo que no iba a hacer eso, que no se iba a deshacer de mí y que no me iba a entregar a Bienestar Familiar. Ella sabía que íbamos a salir adelante. Después me dijo: <<A veces me acuerdo que tú eres el resultado de algo que yo no quería que me hicieran, por eso me pongo así… pero yo a ti sí te quiero>>. Ninguno de mis hermanos lo sabe, mi mamá me dijo que no les contara, a pesar de los años que han pasado.
Ocho días después de esa conversación estábamos en un centro comercial y yo vi una chaqueta muy bonita. Le dije que se la iba a regalar y me dijo que no, que ella ya tenía un regalo. <<¡¿Quién se lo dio?!>>, le dije yo. Y me respondió: <<El mejor regalo que tengo eres tú>>. Me puse a llorar horrible en el almacén, mis hermanas me miraban creyendo que estaba loca (se ríe) y mi mamá sólo dijo: <<déjenla, está sentimental>>…
Me siento realmente muy bendecida por tener una mamá que me ama sin importar nada, estoy agradecida con la vida. Y ¿mi papá? Después de saber esto le cogí más pereza… fastidio. Él sólo es el hombre que me da plata».