Estar sola(s) es necesario

A veces la gente no entiende cuando confieso que hay momentos (incluso días enteros) que prefiero estar sola.

«¿No te aburres?», me preguntan.

No, no me aburro. He aprendido a disfrutar(me) y a apreciar el silencio y mis silencios. Tanto que a veces compartir tiempo con otras personas me supone un gran esfuerzo. Y no porque sea una «anti-social», o una ermitaña (aunque esto un poquito sí); sino porque -para mi fortuna y por desgracia, a veces- se cuelan fácilmente por mi piel sensaciones y pensamientos ajenos que se quedan dentro de mi cuerpo hasta que los duermo, los alimento o los bailo.

A veces pienso que el reto diario que tengo que hacer (y que deberíamos hacer todas-os) por encontrar el equilibrio entre habitarme y habitar La Tierra, mientras la comparto, es hermoso sólo porque es complejo. Sino, ¿qué gracia tendría?

Como dice este artículo de The Book of life (un pedacito de vida de The School of life):

«We’re drawn to solitude not because we despise humanity but because we are properly responsive to what the company of others entails. Extensive stretches of being alone may in reality be a precondition for knowing how to be a better friend and a properly attentive companion» .

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: